Un deseo de venganza

Candy: Bueno antes que nada, les explicare xD sobre lo que estoy publicando, es un cuento que hice para español les publicare hoy la primera parte y el martes la segunda, si solo esta en dos partes, no eh tenido tiempo de escribir la otra historia por lo mismo que estoy haciendo el cuento, y además estuve un tiempo castigada como dije en mi otra publicación y todo mi cuento lo había escrito a mano y pues lo pase a computadora, espero que les guste y también que me digan que tal esta etc, es para mi calificación >-< y me ayudarian mucho jajaja bueno es todo  :3
*ADVERTENCIA*: algunos nombres los copie de la trilogia los juegos del hambre e.e no lo pude evitar y xDD cualquier cosa parecida a la historia es mera coincidencia... exepto lo del panadero (ya sabran a lo que me refiero cuando lo lean) eso si lo copie xDD 

Corro sola en la noche, se que es un sueño porque este lugar ya lo eh visto antes, pero  nunca eh estado  en el. Mis pies están descalzos, casi parece real, puedo sentir el pasto y la brisa fresca  que la noche me trae. Corro nose porque, mis pies están cansados y veo una sombra.

-¿Eres tu?- Grito mientras corro desesperada.- ¡Finn!- Grito su nombre y al tocar su hombro voltea, yo solo suelto un grito de desesperación, no era él, era un monstruo,  no tenia ojos, su cara señalaba una gran sonrisa macabra, su nariz sangraba y además le faltaba una oreja. Intento correr pero el me sujeta muy fuerte, lentamente se va acercando a mi oído y me intenta susurrar algo…

-¡Señorita Misaki!- Escucho mientras a mi carpa Peter, mi mensajero que me despierta, creo que ya es costumbre.- Ya tengo listo el mensaje para invitar a otros reinos a nuestra revolución.- Era un chico alto y fuerte, solo tenia 19 años pero tenia la complexión de uno de vienti algo, es un buen chico pero mis coqueto con las mujeres, por lo mismo que es guapo. Yo tengo 22 años y el luce mayor.

-Déjala en la mesa, cuando me aliste la leo.- Digo mientras me levanto y le indico que se marche. Me pongo mi ropa y salgo de mi carpa, ya están despiertos muchos soldados, día a día alistándose para la revolución. Son las 7 am, así que apenas esta saliendo el sol.

-Buenos días, capitana.- Me dice un chico de 12 años, que va pasando junto con un balde de agua.

Seguí caminando hacia donde esta el comedor, ahí estaba Sae la cocinera, sirviendo el desayuno del día, camine hasta donde estaba.

-Aquí esta su desayuno, capitana.- Dice mientras me entrega un tazón de madera con un guisado y arroz.

-Gracias.- Tomo mi desayuno y me siento en una mesa.

El día esta frío así que me apresuro a comer para que no se me enfríe el desayuno. Termino y me levanto, pero en ese mismo momento diviso a mi amiga Annie agitando las manos mientras grita.

-¡Misaki, Misaki- Se va acercando mas.- ¡Espérame!- Yo solo me quedo parada esperando a que llegue, se ve cansada y toma un gran bocado de aire.

-Tarde, denuevo.- Sonrió, ella siempre llega tarde.

-Si, tarde pero seguro.- Me guiña el ojo y va directo con Sae a que le de su desayuno. Me siento en la mesa y denuevo espero a que ella coma.

-¿Cuánto falta para el ataque?- Pregunta, rompiendo el silencio.

-3 meses y será el final.- Creo que mi respuesta forma mas silencio e incomodidad.

-Seguramente ganaremos, por  la libertad de todos y contra la maldad y represión del tirano Snouk.- No decimos nada mas, ella acaba su desayuno y nos despedimos, yo me encamino a mis practicas de pelea.

Soy buena en la espada y el arco, pero me enfoco mas en lucha cuerpo a cuerpo. Practico con Nick, un buen guerrero de 20 años que tiene mucha practica de lucha.

-No lo haces nada mal, vas mejorando.- Me dice Nick al acabar el entrenamiento.

-¡Capitana!- Me grita Haymitch, cuando se acerca, ya es un señor de 40 años, es experto en batallas y ah recorrido muchos reinos, es uno de mis guerreros mas astutos pero no pelea, solo planea.

-¿Qué pasa soldado?- Me acerco para hablar con el.                               

-Tenemos carne nueva.- Sonríe y empieza a caminar, eso significa que hay alguien nuevo que quiere unirse a la lucha.

Al llegar a la carpa Haymitch me detiene.

-Esta cambiándose, venia con su ropa rota y con sangre en ella, había peleado con algunos soldados de Snouk, creo que será bueno para la resistencia.- El chico sale, era ¡el!, pero ¿Cómo? ¿Qué hacia aquí?, me miro con sus ojos verdes y sonrió, creo que no sabe quien soy, pero yo lo reconozco perfectamente, esos rizos en su cabello color castaño sigue siendo mas grande que yo y estos 4 años no le ah ido nada mal, se ve fuerte y es atractivo.

-Capitana, el es el chico  que mencione.- dice Haymitch mientras le da un empujón al mucho para que se presente.

-Hola son Dan Mellark, tengo 25 años, hijo de Cinna y Effie, yo vengo a unirme a su rebelión, para poder salvar a mi hermana menor de 14 años, que fue capturada por unos soldados de el rey Snouk y estos mismos asesinaron a mis padres frente a mi.- Al decir todo eso, viene a mis recuerdos, mi madre, quien también fue asesinada por unos soldados, aunque obviamente por razones muy diferente a las que posiblemente fueran por las que mataron a sus padres, era de noche yo solo tenia 8 años, ella estaba en mi cama cantando una canción de cuna, de repente llegaron unos soldados y mi madre me dijo que me escondiera, así que me puse debajo de la cama y escuche como los soldados gritaban muchas maldiciones y que Snouk ya no la necesitaba, que ella solo era basura, mi madre solo grito mi nombre y no se escucho nada mas, el cuerpo de mi madre cayo a el suelo y vi su mirada perdida, ya sin vida, el tiempo se detuvo y quería salir, suplicarle que no me dejara pero ella me dijo que me escondiera, solo observe como arrastraron su cuerpo ya fallecido afuera de la habitación y el tapete estaba lleno de sangre, esa noche no salí de debajo de la cama y llore hasta no poder mas y quedar dormida.

- Capitana Misaki.- Me dice Haymitch para que reaccione, yo solo asiento.- ¿Lo aceptamos en para la batalla?

-¡NO!- Grito sin pensar.- Que ah de saber el de lucha, además para entrenarlo queda poco tiempo, que vuelva por donde vino.

-Pero, yo soy bueno en pelea, pude huir de 5 soldados armados, soy fuerte y obediente.- Dice Dan protestando.

-¿Obediente?, soy la superiora aquí y ya estas negando mi primer mandato.- Respondo.

-¿Usted sabe?- Pregunta.- ¿La desesperación que tengo? Esos malditos mataron a mis padres y tiene  a mi hermana, me quitaron todo. ¿Nunca ah perdido alguien que valga mucho para ustedes?- Dio en el blanco, es cierto, el tenia el mismo propósito que yo, no solo simple libertad sino sed de venganza y justicia.

-Esta bien, lo dejare entrar pero espero que no sea un estorbo y que siga todo lo que se le ordene.- Respondo, con voz firme.- Haymith ¿Quién será su entrenador?- Volteo a verlo.

-Usted.- No vacila al decirlo, así que no es broma.

-Pero, ¿los otros escuadrones?- Ahora era yo la que protestaba.

-Están llenos.- Suspiro.

-Bueno… Dan bienvenido.- Extiendo mi mano.

-Gracias.- Responde mi saludo y Haymitch se marcha, el aprovecha y se acerca muy lento a mi oreja y me susurra.- No le diré a nadie quien eres, princesa hija de Snouk.- Yo suelto su mano y  salgo de ese lugar sin decir nada.

Voy al comedor, donde esta Annie, ella también sabe mi secreto, pues ella escapo junto conmigo.

-Hola, Misaki.- Me saluda cuando me ve llegar, ella es de las pocas personas que me hablan por mi nombre.

Mi plato de comida ya estaba en la mesa así que me siento.

-¿Puedo?- Escucho una voz que viene de atrás de mi, volteo y era Dan, antes de que yo pueda negarme Annie habla.

-Claro Dan, siéntate.- Annie sonríe al decirlo.

-¿Se conocen?- Pregunto preocupada.

-Pues fue a que lo curaran, cuando llego, estaba con varias heridas.- Era cierto, Annie era enfermera, sabia algunas cosas de medicina, ella solo era dos años mayor que yo pero parecía que sabia mas de algunas cosas como si me ganara por décadas.

-Si, ahí la conocí, ella me atendió y me hablo sobre ti.- Dice Dan, mientras come.

-¿Qué te dijo?- Levanto la voz.

-Pues que eras la líder de esta revolución, que seria algo difícil convencerte de que me dejaras entrar a pelear ya que los que van a ir a campo de guerra tenían que ser gente fuerte e inteligente.- Creo que Dan intenta decirme que ella no sabe nada sobre que el conozca mi secreto.

-Esta bien.- Me calmo al hablar.

-Misaki, entonces ¿tu vas a entrenar a Dan, verdad?- Yo solo volteo a verla con cara enojada por resaltar el tema.- Bueno, eso dicen por ahí.- Agrega.

-Oye es cierto ¿ah que hora es el entrenamiento?-Interrumpe Dan.

-Desde mañana te vas a poner a correr 3 kilometros de ida 3 de regreso, luego aras 100 sentadillas, 100 lagartijas y 100 abdominales antes de desayunar y después te enseñare cosas básicas de batalla.- Digo, pensando que protestara por su entrenamiento.-Esta bien.- Dice con voz firme.

Toda la tarde estoy recopilando información con Haymitch, me ah avisado que Snouk ya esta preparando sus tropas para la batalla y que muchos cuidados se han venido a unir al campamento solo para estar en un lugar  “seguro” y que por esto mismo hay mucha falta de comida y escases de trabajadores así que Snouk ha subido los impuestos y los castigos por no pagarlos son peores que la muerte misma, eso de una forma extraña me agrada porque así mas gente se ira uniendo a la resistencia.

A las 12 de la noche me voy a carpa, donde duermo hasta la siguiente mañana.

-¡Buenos días, capitana!- Dice Peter al ir entrando en mi carpa.- Ya mande el comunicado a otros reinos así que posiblemente recibamos respuesta en no menos de una semana.

-Gracias soldado, te puedes retirar.- Le digo haciendo una seña, por como esta el cielo son como las 6 a así que Dan ya se tuvo que haber puesto a entrenar.

Me asomo un poco y es cierto, esta haciendo las lagartijas, se ve algo cansado y además el clima no ayuda mucho ya que hace un frío y el solo trae una simple camisa y su pantalón. Entro y me visto, tardo un rato pensando como le are para que calle mi secreto. Decido que si no hablo del tema seguramente no empiece a hablar el tampoco, además no le conviene si quiere quedarse aquí.

Salgo de mi carpa y Dan ya no estaba ahí seguramente ya se fue a desayunar. En el camino al comedor encuentro ah Annie que me conto que han llegado muchos ciudadanos heridos y que le han contado que el rey Snouk a matado a mucha gente, ese maldito monstro aunque vea se aproxima su final no cambie, sigue siendo un tirano.

Al llegar ya estaba Dan sentado, no se veía nada cansado pero estaba comiendo un plato muy grande de comida compensando las calorías que acababa de perder.

Yo voy con Sae y me da un plato con verduras y cereales.

-Ya hice todos los ejercicios que me pediste, ¿Qué sigue?- Volteo y era Dan, esta sonriendo parece un niño pequeño que espera ordenes.

-Cuando acabe de desayunar vienes conmigo a ver que clase de arma sabes usar.- No digo nada mas, el se sienta en la misma mesa que yo y se pone a hablar con Annie; veo que me voltea a ver unas cuantas veces.

Termino de comer y le indico a Dan que es hora de entrenar, me despido de Annie y nos vamos a el campo de entrenamiento. El es bueno cargando cosas muy pesadas y con el camuflaje, aunque no sabia usar un ningún arma pero para pelea cuerpo a cuerpo le servía mucho su gran fuerza.

Al terminar ya eran las 5 pm y estábamos muy cansados, nos sentamos en el pasto, todos los demás se fueron a comer.

-¿Por qué huiste?- Dan dijo mientras miraba al horizonte.

-Por que tenia miedo…- Se provoco un gran silencio y el volteo a verme.

-Sabes, cuando desapareciste toda esperanza se desvaneció, tu eras el pequeño deseo de que habría un mejor futuro, cuando tu padre muriera tu reinarías, todos decían que eras una persona hermosa, compadecías a todo aquel individuo y eras justa e inteligente, pero un día te fuiste llevándote toda felicidad y fue cuando los días oscuros empezaron. Todo por tu maldito miedo.

-¡CALLATE!- Le propino una gran bofetada.

-No respondiste mi pregunte.- Se soba la mejilla.- ¿Por qué huiste?, se que no fue miedo porque si hubiera sido eso no hubieras armado todo esto.

-El mato a la única persona que ame en toda mi vida, igual que yo era para ustedes esperanza, el lo era para mi. Después de que Snouk, mi propio padre, mandara a matar a mi madre yo no fui la misma, yo no reía yo no era nadie, tu lo sabes.- El era hijo del panadero del castillo así que a veces estaba por ahí.

-Tu sabes que nunca me metía en sus asuntos, lo único que hacia era ayudar a mi padre con el pan todo lo demás me daba igual.- Responde enojado.

-Pues cuando tenia 16 años me enamore de un chico, era perfecto, el me enseño lo hermoso del mundo, mi querido Finn, el merecía vivir mucho mas que yo y cuando me pidió que me casara con el dos años después de conocerlo, acepte en ese mismo momento, el siempre me hacia reír de una manera que nadie podía, cuando mi padre se entero de eso me dijo que desistiera y que lo rechazara y le dijera que no lo amaba o si no habría grandes consecuencias.- Lo debí haber escuchado, pienso.-  El pensaba que cuando me casara yo me apoderaría del reino y lo destronaría, aunque en parte era cierto, era lo que menos me importaba, hubo una semana que Finn desapareció no supe nada de el, temía que se hubiera escapado pero fue mucho peor.

-El lo asesino.- Agrega Dan.

-No solo lo asesino, si no que me hizo presenciar su muerte, me llamo y me llevo a los calabozos donde estaba mi amado, vi como lo mato, yo no podía hacer nada ya que unos soldados me tenían sujeta y era muy débil, solo gritaba su nombre mientras veía como lo torturaban, cuando me soltaron el estaba con sus últimos respiros y me acerque a el, sus ojos se los habían arrebatado y estaba lleno de sangre, yo lo abrece y le dije que todo estaría bien, el me pidió que el cantara.- Le cante la misma canción que mi madre me canto cuando ella murió.- Después el murió, yo llore desconsolada, abrazando su cuerpo, no quería creerlo pero era cierto el estaba muerto ahí frente a mi, después de ese día no eh vuelto a llorar y escape junto con Haymitch y Annie, ellos me ayudaron a recaudar mucha gente y además traje un buen botín para poder formar todo esto.

-Entonces huiste por venganza, eso explica todo.- El suelta un suspiro y se levanta mientras extiende la mano.- Vamos a comer, tengo hambre.