9 de diciembre de 2013

Dos mentes

Candy: Bueno chicas esta es una pequeña historia que escribí para mi clase de español, a ver que les parece y déjenme su opinión. Tengo miedo de ver que opina mi profesora...


Le eché un último ojo a mi espejo antes de voltear al espejo y ahí estaba yo, cabello castaño arriba de la cadera algo ondulado, ojos verdes y mejillas llenas de pecas las cuales me hacían lucir menor de los 23 años casi 24, parecía una chica de 17 o 18, ya había sido confundida miles de veces y mi estatura no ayudaba de mucho.
Voltee a la ventana desde la cual pude ver toda la gente pasar, absortos de mí, yo podía verlos por completo y deducir casi todo sobre ellos, soltero, casado, familia, hijos, estudiante, etc.
Tome mi maleta y salí de la habitación de aquella casa que no me traía más que malos recuerdos, todo me traía malos recuerdos, deje todo atrás.
La casa tenía todas las cortinas cerradas y con aquel secreto mejor guardado de mi vida. Ahí se quedaría hasta que alguien lo encontrara.
Al salir de la casa de mis padres pude ver en el marco de la puerta las líneas donde marcaban cuanto había crecido a yo en mi niñez.
Akali 10 años 1.40 año 1960.
Ahora era 1973, una época hermosa según las noticias pero eso no era lo importante. Aquella fecha fue la primera que vi, recuerdo ese día, mi madre me preparo mi pastel favorito y mi papá me regalo una muñeca, no era mi cumpleaños pero lo hicieron, tal vez me querían demasiado.
La secuencia iba de los 2 años hasta los 12.
Las yemas de mis dedos rozaron aquellas letras. Me distraje de todo lo que estaba ahí y seguí mi camino, ahora lo único que me quedaba eran recuerdos y sueños rotos.
Tome un taxi, el cual iba manejando un señor de unos 50 años, parecía amable y en sus ojos se notaba el cansancio acumulado.
-¿A dónde la llevo, Señorita?- Me pregunto.
-Al aeropuerto.
-¿Desea escapar de algo? Pregunta mirándome por el retrovisor.
-Creo que sería mejor decir que estoy dejando algo ir.- Respondí amablemente.
-Amor de jóvenes.- Dijo mientras arrancaba.- Son siempre los más apasionados.
Mire hacía la ventana del auto, me acomode en el asiento y suspire.
-También son los más mortales.- Susurre tan quedito que solo yo podría escuchar aquellas palabras.


En el aeropuerto todo fue normal, actos de rutina y ya.
El destino de mi avión era hacia España, un lugar donde nadie me conocía, ni yo conocía a nadie, necesitaba olvidar todo y dejarlo atrás. No fue un lugar al azar que decidí de golpe, realmente desde pequeña había tenido el gran deseo de ir pero no en estas circunstancias.
Ya todo estaba preparado, planeado precisamente para que mi secreto pudiera seguir guardado por siempre, o eso espera yo, aunque no dependía completamente de mí misma.
Ya habían pasado dos años, pude encontrar una pequeña casa de la cual podía pagar la renta mensual con el salario que tenía como maestra de una escuela primaria, yo solo le daba clase a niños de primer y segundo grado. Era maestra de música y adoraba todos esos niños que me hacían olvidar mi pasado.
De repente la campana sonó y me sacó de mis pensamientos.
-Bueno, ya pueden salir tengan un excelente fin de semana todos.- Dije y acto seguido todos los niños guardaron sus cosas e iban saliendo uno por uno.
Al final se quedo Joselyn una niña linda y regordeta, tenía mejillas chapeadas, ojos miel y cabello castaño. La niña siempre se quedaba de última ya que se tardaba mucho guardando sus cosas porque tenía la pequeña obsesión de hacerlo por orden alfabético.
Ya cuando acaba se para y va saliendo pero se tropieza delante de mí.
-¿Estás bien?- Dije mientras la ayudaba a que la niña se pudiera parar.
Note que Joselyn se había hecho un raspón en la rodilla del cual estaba sangrando. La niña igual lo noto y empezó a llorar.
-Me duele.- Decía.
Ver aquello me trajo recuerdos que se abalanzaron sobre mí pero los quejidos de la niña me hicieron despertar.
-Oh claro, intenta sentarte en la silla, solo déjame tomar algo de botiquín.
Joselyn hizo lo que le dije y se sentó aun quejando se su dolor.
-Fui y saque curitas y alcohol, me acerque a ella y en un algodón vertí algo de alcohol.
-Cuidado va a doler un poco.- Dije.
-Está bien, seré fuerte.- La pequeña niña se tenso y cerro los puños, acto seguido le puse el algodón en la pequeña herida y esta cerro los ojos. Al desinfectarle la herida le puse el curita.
-Ya acabe.- Dije sonriendo y poniendo de pie.- No fue tan malo ¿verdad?
-Gracias maestra.- Dijo.
-Está bien, fuiste una niña muy valiente.
-Maestra usted es muy buena, sus hijos deben de quererla mucho.- Joselyn se levanto y empezó a tocar su curita.
-Realmente no tengo hijos.- Un nudo se empezó a formas en mi estomago.
-¿Su esposo no quiere bebes?- Pregunto.
Debió de tocar ese tema, pensé.
Mi cuerpo se puso rígido y mis labios trazaron una mueca.
-No tengo esp…- Estaba por decir pero la niña ya había tomado sus cosas.
-Adiós maestra, nos vemos el lunes.- Dijo ya en la puerta sacudiendo su manita y se fue.
Yo me sentía exhausta y me fui a mi casa donde desaparecí en aquel cuarto por una hora hasta que pudiera volver a mi estado normal…

Eran las 3:55 de la tarde en un sábado y seguía mi rutina habitual.
Estaba sentada en una del Starbucks más cercano de mi casa. Siempre iba los sábados y me encontraba ahí con mi único amigo que era Rubén.
Vi que necesitaba alguien con quien hablar porque cosas raras estaban pasándome y él fue una de las mejores personas que conocí. Mi primer año fue normal, no tenía problemas solamente existían pesadillas que me acechaban por las noches al luego todo fue empeorando tenía extraños ataques y los recuerdos me hacían sacar risas atroces las cuales nunca podía parar. Arme un cuarto sin darme cuenta, uno en el cual podía desquitar todo pero un día salió de control.
Veo a Rubén que viene acercándose, era un hombre alto y fornido, de cabello rubio y ojos verdes, tenía unos 30 años. Se podría decir que era “atractivo” pero yo no me fijaba tanto en los hombres ni en nadie. Yo nunca haría eso…
Se sentó en la silla que estaba en el otro lado de la pequeña mesa
-¿Cómo has estado?- Me pregunto.
-Otro ataque….- Respondí.
-Pero llevabas 3 semanas sin tener uno.
-Un niño me hizo preguntas.
-¿Qué te pregunto?- Dijo.
-Sobre mi pareja…
-Sería de gran ayuda si especificaras un poca más todo…
Le conté lo que pasó pero como siempre me detuve en la parte donde le decía lo que me recordaban aquellas palabras. No podía confiar en nadie y sé que es difícil que me intente ayudar si no le digo lo que paso pero nadie debe de saber la verdad, nadie debe de conocer mi secreto y Rubén ya sabía demasiado.
-Eso es todo…- Mentí.
-Akali tú y yo sabemos que no lo es pero bueno es todo lo que me dirás ¿verdad?- Él ya sabía la rutina, le decía lo que yo podía. Suspiro en signo de resignación.
-No puedo…- Dije tímida.
-Quieres que te ayude pero no puedo si no sé cual es la raíz de tus ataques ni siquiera sé al 100% de que consisten tus ataques, solamente hablas de un cuarto en el cual te encierras, en el cual no eres tú si no otra persona. Lo cual demuestra que tienes dos personalidades pero eso no es todo, ¿qué haces en ese cuarto?- Pregunto.
Era cierto, tenía dos personas viviendo dentro de mí, una era yo, la verdadera yo y otra era una parte de mí que nació aquel día, aquella parte de la cual no puedo escapar.
-Ella dice que es arte…- Dije.
No podía controlar mi vida, ella lo controlaba, me decía que callara o todo el mundo me odiaría  y no deseaba eso no podía hacer que la gente me volviera a odiar, eso no.
-¿Aun no le has puesto nombre? Creo que deberías…siempre hablas de ella pero ¿solo aparece cuando tienes ataques?
-Sí, creo que si...- Dije dudando.- No recuerdo mucho cuando ella aparece, usualmente despierto y veo todo lo que hizo y sé que tuve un ataque, pero siempre me deja un diario con notas…
-Ese diario, ¿qué te ha escrito últimamente en él?
-No lo he leído
 -¿Por qué?-Rubén levanta las cejas como muestra de interés.
-No lo sé, tengo miedo…- Mis manos empezaron a temblar pero intente calmarme, él no debía se sospechar nada.
-¿A que le temes?
-A todo, no sé lo que ella pueda hacer.
-Pero ¿te hace daño a ti?- Rubén se encorvo en su silla.
-Directamente no…- Dije.
-Entonces… ¿cómo lo hace?

No dije nada más, no deseaba decir nada más porque sabía que si lo hacía y ella se enteraba se enojaría conmigo y no quiero eso, no quiero volver a pasar por lo mismo.
Me quede callada por unos minutos y él supo que no iba a responder.
-Entiendo, eso tampoco me lo dirás.- Rubén se acomodo en su asiento.
-Creo que no.- Dije.
Pasó una hora y no llegamos a nada, como siempre.
-Creo que debo irme.- Dijo Rubén mirando al reloj de la pared.
Me levante y tome mi bolsa.
-Gracias, nos vemos.- Dije.
-Nos vemos Akali, cuidate. Me despedí estrechando su mano.
Salí y me fui en carro a mi casa.

Aquel pequeño lugar el cual podía llamar “hogar”, había vivido ahí por casi año y medio, lo encontré a un buen precio ya que una señora grande me lo rentaba, ella no necesitaba el dinero realmente ya que vivía en un asilo. La casa tenía un gran jardín alrededor en el patio trasero no se podía ver nada porque se tapaba por paredes de ladrillos la casa estaba un poco alejada de otras por lo cual mis vecinos más cercanos estaban a unos 200 metros. Tenía dos cuartos y un baño, una pequeña cocina y un pequeño espacio donde tengo la sala. Por más raro que fuera todo, aquella casa tenía un sótano que era del mismo tamaño de la casa, ese sótano es donde yo podía esconderme, donde podía hacer mi arte y donde se escondía el mayor secreto de mi vida. Me metí en aquella habitación, la tenía que preparar tal cual me había dicho…

Se había hecho de noche, tome una ducha y me fui a mi cuarto en donde me esperaba aquel cuaderno lleno de mis pesadillas que me amarraban a ella.
Lo empecé a leer en voz alta, imaginando que realmente era yo quien podía escribir eso.
Akali:
Pequeña, ya no debes de temer más, yo te protegeré como siempre lo he hecho y lo sabes perfectamente, aunque me tengas miedo soy la única persona que poda amarte porque soy tú, deja de negarme. Bueno, eso ya no importa tanto, pronto todo se acabara y lo sabes, mi arte tiene que ser revelada ante todos, tienen que saber que hermosas cosas podemos hacer juntas. Ya nada podrá separarnos jamás
Mis manos empezaron a temblar, deje la libreta en el buro y fui a la cama donde llore toda la noche y al final logre dormir sabiendo que todo iba a empeorar.

-Ya ha pasado un mes y no ha vuelto desde aquel día…- Le decía a Rubén
-¿No sabes cómo paso aquello?- Me pregunto Rubén.
-No, solamente vi lo último que puso en mi diario y no volvió a aparecer, no he tenido ataques ni siquiera pesadillas.- Dije.
-Eso es bueno, muy bueno para ser real…
-¿A qué te refieres?
-Que es casi imposible que se pueda ir ella sin nada, sin razón o motivo debe de haber una explicación, tal vez hiciste algo ese día sin saber.
-Tal vez ya me dejo por siempre.- En realidad eso deseaba pensar, que ya no volvería, que ya no habría más miedo, ni pesadillas que todo sea como un mal recuerdo
-Lo dudo mucho Akali…
-Pero puede ser cierto, y es mejor así pensar que no volverá más.- Me mentía a mí misma a diario pero no había otra opción.

Paso otro mes y todo seguía normal, seguía viendo con Rubén el cual me decía que debería de anotar todo lo que me pasaba al largo de los días para estar segura de los cambios y eso hacía, tenía mi propio diario, pero todo era igual, rutinas, cuidar niños y cosas así, tal vez todo podría volver a la normalidad ella ya no aparecía más en ningún lado, a veces pensaba que solo fue un mal sueño y que todo volvería a ser como antes, pero estaba muy equivocada.

Era el último día de escuela antes de las vacaciones de primavera, todos los niños estaban emocionados ya que este día iba a ver una quermes.
Todos los niños lucían felices, comprando dulces, comida, jugando todos aquellos jueguitos que había por ahí y yo me sentía relajada era una gran distracción.
Pero lo vi, lo pude ver entre la gente, el cabello, su forma de pararse. Estaba de espaldas pero podía distinguir por completo su espalda, aquellos hombros…

Era mentira, no podía ser cierto, fui corriendo al baño y me encerré. Mire mi reflejo.
-No es él, no puede ser él, él ya no existe…- Dije.- Yo me encargue de que no existiera.- Esas palabras no las dije yo, no fue mi voz, no fue algo que pensé al decir.
Me moje la cara en el lavabo y al mirar al espejo vi mi cara, la cual tenía una gran sonrisa, era tan grande que parecía una sonrisa macabra, volví a abrir la llave del lavabo y vi que había sangre en mis manos, las levante hasta mi rostro y voltee al espejo el cual estaba igual lleno de sangre y mi sonrisa no podía quitarse. No la sentía pero si la veía, tenía miedo.
Me fui corriendo hasta mi auto dejando la escuela atrás, regrese a mi casa donde todo parecía estar igual, parecía estar calmado y en paz. Al entrar me tire al piso y puse mi cabeza entre mis brazos esperando que algo pasara, pero nada ocurría, pensé que iba a tener un ataque pero mi cuerpo se relajo y me quede dormida, ahí en el suelo descansando.

-¡Akali, despierta! ¿estas bien? Akali, Akali- Dijo una voz.
Abrí mis ojos y vi a Rubén.
-¿Dónde estoy?- Pregunte.
-En tu casa…- Me dio la mano y me ayudo a levantarme.- Me llamaste alarmada, decías cosas y vine a tu casa, encontré la puerta abierta y estabas inconsciente en el suelo.
-No recuerdo eso…- Respondí.
Me sentía mareada y como si pudiera caerme en cualquier momento.
-¿Qué paso? ¿Otro ataque?
Algo en mi me dijo que callara, tenía que evitar todo eso.
-Lamento las molestias gracias por venir pero creo que deberías de irte.-Intente echarlo.
-Creo que deberíamos de hablar.
-Mañana podemos vernos en el parque enserio gracias pero tienes que irte.
Él no me hizo caso y paso aun más a la casa, caminando.
-Interesante.
-¿Qué?
-No sabía que vivieras con alguien más.-Me puse tensa.-  Realmente no sé nada sobre tu vida solamente que eres maestra y todo lo demás son cosas raras.
-¿Cómo supuso eso?
-¿Qué?
-Lo de vivir con alguien más
-Bueno, todo tiene un aspecto hogareño además de que tiene todo perfectamente para dos personas.
-Pues está mal, yo no vivo con nadie más- Era cierto, todo estaba acomodado para dos personas pero realmente era normal para mí.- Vete de mi casa y deja de hacer preguntas.- Yo estaba entrando en pánico, tenía miedo de que viera cualquier cosa que no debía de ver.
-¿Te molesta realmente que este aquí? ¿Verdad?- Él estaba tramando algo.
-Por favor retírate de mi casa.- Quise evadir sus preguntas.
-Y ¿si no lo hago que podrías hacerme?- Aquella voz me estaba haciendo enojar.- Eres es una mujer que vive sola y es débil, no podría hacer nada al respecto.
Sabía a qué punto quería llegar.
-No quiere decir eso, realmente no quiere…- Temblaba y mis palabras empezaron a salir tartamudeando.
Él me ignoro y se fue directo a la cocina a la cual yo lo seguí.
-Dime la verdad, Akali, tienes más secretos de los que parece ¿no es cierto?
-La curiosidad mato al gato…- Mis palabras salieron solas y entonces supe que todo iba mal.
-¿Ah que te refieres con eso?- Rubén me miro.
-Por favor márchate, tiene que irse ¡AHORA!
Si él no se iba no podría dar vuelta atrás.
-Creo que no lo haré.- Y ahí fue cuando mi cordura se rompió.
-Lo lamentara…- Surgió aquella voz de mí.
-¿Qué me puede hacer una mujer como tú?
Mi cuerpo se movía solo, era como si solo pudiera contemplar el espectáculo y todo lo demás fuera manejado como si yo fuese un títere.
-Pronto lo sabrás.- Mi mano la hoya que estaba más cerca y lo golpee fuertemente en la cabeza hasta que este cayó al suelo.


Estaba en el sótano, no recuerdo muy bien pero arrastre su cuerpo hasta ahí, como siempre lo hacía con todos y lo amarre con las cadenas que tenía.
-Bueno, bueno Sr. Rubén ¿con qué usted era el hombre que “intentaba” ayudarla?- Era como siempre, ella se hacía todo y yo tenía que contemplar el espectáculo.
Pude ver a Rubén en el suelo, tenía más golpes y su ropa se había ensuciado.
-¿Quién eres?- Me miro como si no pudiera reconocerme.
-¿No sabes quién soy?- Escuche mi propia risa la cual sonaba horriblemente como una película de terror.- Pero si siempre hablamos de mí en las salidas que tiene Akali con usted, es triste ¿sabe? Que usted la ayude porque estaba enamorado y ella no lo supiera pero es mucho más triste que no se acuerde de mí pero después de esto nunca me podrá olvidar. Claro en los últimos momentos que le queden de vida.
-¿Qué me vas a hacer?- Rubén tenía miedo en sus ojos.
-Bueno, la curiosidad mato al gato y en este caso usted es el gato y yo la curiosidad, pero seré buena, le diré todo lo que usted quería saber sobre nosotras.
Akali era una linda chica, hermosa como todavía lo puede notar, estudiosa, entro a la universidad, ella quería estudiar música lo cual hizo pero cometió un gran error, la pequeña se enamoro. Él era un chico lindo, guapo, buena onda y popular ya sabe de esos que solo se encuentran en los cuentos, lo más lindo para Akali fue que este estaba enamorado de ella, los primeros meses fueron perfectos pero algo malo estaba pasando y ella no se daba cuenta, él era muy controlador, era malo y ella no sabía, claro que no, el amor la tenía cegada. Sinceramente eso me da asco pero bueno… Akali decidió dejar la escuela porque su hermoso novio le dijo que ella no lo necesitaba y que podían vivir juntos por siempre, amarse. Tonterías él no la amaba él creía que ella era algo que le pertenecía. Sus padres no estuvieron muy de acuerdo con eso pero ella no escucho a nadie y decidió salirse de su casa, apenas tenía 19 años, pobrecilla. Se fue a vivir con su amado él ya tenía trabajo, fueron felices y esas cosas pero un día dejo de haber dinero y él dejo de ser un príncipe, empezó a tratarla mal, le gritaba,  le decía cosas demasiado malas y una vez la llego a golpear pero ella lo aguanto porque creía que lo amaba. Un Akali día fue de compras y volvió, lo encontró con otra mujer, algo realmente triste, porque destrozo su corazón y en ese momento fue cuando aparecí yo. Aquella mujer que encontró se fue y no dijo nada mientras Akali miraba con odio a su amado este se “disculpo” y le dijo que era porque todo estaba mal en su trabajo y cosas así, pero Akali ya no era Akali, ya era yo la que la controlaba y decidí actuar normal, decía que entendía y ¡PUM! Lo mate mientras dormía.

La risa terrorífica apareció de nuevo y vi en los ojos de Rubén el horror.
-¿Sabes que fue lo más hermoso?- Las palabras seguían saliendo de mi garganta y no podía controlarlas.
Rubén se quedo atónito.
-¡Te estoy haciendo una pregunta!- Le dijo ella a él.
-¿Q-uu-é fu-é?- Rubén tartamudeaba.
-Que para ese entonces el padre de Akali había muerto en un accidente y su madre estaba en un momento de depresión horrible, Akali fue a la casa de sus padres buscando consuelo en su madre pero ella la miro de la misma forma que tú luego de nuevo aparecí yo y mate a su madre…
-Eres una enferma.
Mi cuerpo actuó ignorándolo y se acerco a Rubén, y mis labios estuvieron cerca de su oído.
-¿Sabes de qué color es la sangre? Es de un rojo tan oscuro que parece negro…
Rubén la miro aun más horrorizado y esta se aparto y se puso a reír.
-¡Akali se que estas ahí! ¡Sal!-Era cierto, yo estaba aquí pero no podía salir, era algo contra lo que no podía pelear.
-Ingenuo, no digas tonterías, ¿crees que ella quiere pelear conmigo? Claro que no, yo soy su verdadera identidad, aunque no lo sepas ella le encanta esto ¿por qué crees que hace todo lo qué le digo? Bueno ella piensa que es porque tiene miedo de que yo vaya me entregue o mejor dicho la entregue a ella pero esas son mentiras que nos decimos para evitar la verdad y tú eres lo único que me estorba en este plan.
-¡Akali ayúdame!- Sus palabras resoban en mí.
Yo puedo, decía, sé que puedo.
-Vamos hombre, acepta tu destino, además esto lo hacemos por el amor al arte y recuerda el morir es parte de la vida aunque sea el final de esta y yo he causado algunos finales hermosos…
¡Yo sé que puedo! Me decía
-¡Akali, se que en el fondo estás tú!-Sus palabras.
Vi un túnel, había una luz y fui corriendo hasta este.
-No puedes, no puedes.- Era ella hablándome a mí.- Sabes que no puedes estar sin mí.
-¡Vamos Akali!- Decía Rubén.
Llegue al final del túnel.
-Akali, recuerda que fui yo quien estuvo ahí cuando nadie más pudo, nadie nunca podrá quererte y cuidarte como yo porque somos una.- Mi cuerpo cayó al piso.
Abrí mis ojos y pude ver cómo podía manejar mi cuerpo, era mío.
-Akali… ¿eres tú?- Rubén ladeo la cabeza con curiosidad.
-Si… soy yo.- Dije.
Lo desate de las cadenas.
-¿Estás bien?- Le pregunte cuando termine.
-Si, pero Akali tenemos que ir con la policía y debemos de decir todo lo que paso, si un juez sabe que realmente no eras tú…
-¿Qué dices?- Mi cuerpo empezó a temblar.
-Bueno, creo que es lo mejor, quien sabe cuanta gente más necesitamos saber cuanta gente busca a su familia y…
-Ok entiendo.- Dije.
-¿Enserio? Lo tomas muy bien…- Vi la duda en sus ojos.
Me fui haciendo para atrás, buscando en la mesa con mis manos a la espalda.
-Bueno, creo que eso debía de hacer, liberarme de ella.- Dije.
-Creo que si…
Encontré lo que buscaba.
-Aunque deberíamos de…- Rubén no pudo hablar más, no pudo desde ese día.
Le encaje el cuchillo en la garganta y vi como salía la sangre y caía toda en el suelo, en mi lindo vestido de maestra.
-Es cierto, ya me libere de ella, porque ahora somos uno mismo.- Mire mi reflejo en el espejo que estaba ahí.- Juntas por siempre.- Susurre y sonreí, acto seguido me mate a mí misma, el cuchillo punzaba en mi garganta y vi como toda la sangre iba cayendo a mis pies, mi cuerpo cayo y de mi mano el cuchillo se soltó.
Cerré mis ojos y pude ver todo, la muerte de mi amado, de mi madre todo por mí misma, como queme la casa donde había vivido con él y fui corriendo a la casa de mi madre donde la mate y al día siguiente me fui dejando todo como estaba.
Ahora era el fin, ya no debía de existir más nada, no más recuerdos, ni más secretos. Nunca más…




4 de diciembre de 2013

Another Platonic Love Story Capítulo 16: Las Vacaciones De Navidad

Suelo ser de esas personas de las que se quejan de todo si la pared es verde "¿Por qué no es azul?" Que si el conejo salta a la derecha "¿Y que hay de la izquierda" También solía ser de ese tipo de chicas que decía "Yolo" Ahora cada que escucho decir a alguien decirlo tengo deseos de vomitar, eh cambiado, de eso no cabe duda, pensaba mientras miraba en dirección al bosque, desde la ventana de mi antigua recamara, si así es ¡Jo y yo estamos juntas otra vez! Claro que ahora nos tomamos las cosas con calma (Eh sonado como una novia hablando sobre su sexualidad lo sé) Volviendo al ahora, la pequeña asiática empacaba sus cosas "¿Por qué Jo está empacando?" No se hagan ilusiones, son las vacaciones de navidad, ella y yo pasaremos estas semanas en Londres, Jo a convencido a una tía que le consiga donde instalarnos en la ciudad, me entusiasma ver a mi familia claro y Scarlet, pero unas semanas en Londres no matarán a nadie, la pequeña irradiaba una felicidad que contagiaba a todo aquel que cruzase el pasillo, afuera nevaba y así ah estado durante las últimas semanas.

-¿Crees que deba llevar mis...?-era la millonésima vez que Jo preguntaba si podía llevar sus proyectos, cuadernos, libros, experimentos, en fin cosas escolares a Atlanta, yo le insistía en que era peso inútil.
-¡Te eh dicho que NO!-grité a todo pulmón, ella se encogió.- ¡Perdón! ¡Perdóname Jo! Lamento haberte gritado es solo que no necesitaras nada de eso en navidad, era su primera navidad fuera de Rushel High en diez años.-Se que estás entusiasmada, pero realmente es un peso innecesario nena.

Ella asintió, corrió a su maleta, la cerró, se sentó en está seguido de un clásico "Estoy lista", Le sonreí, dentro de mi había un debate, sobre cuanto había cambiado mi vida en seis meses, seis meses alado de Jo, mi segunda mejor amiga. En eso entro la directora.

-Chicas, ya es hora-asentí, ahora que lo analizaba, adoro el acento británico de la directora.
-Si, ya estamos listas.-Estire mi suéter gris, que no calentaba nada por cierto, pero me encantaba como hacía juego con mi gorro y bufanda.
-¿Estás lista Jo?-Ella no dijo nada, solo dijo que sí con la cabeza, la directora corrió a abrazarla.-Mi pequeña-ambas comenzaron a derramar lagrimas, luego beso su cuero cabelludo-¿Estás segura de que lo quieres hacer?
-Si-contestó Jo, era un momento emotivo sin duda alguna.- Gracias señorita directora, ha asido como una madre para mi sabe, que tenga una feliz navidad.

Jo sin duda alguna era la chica más cursi de todo el Reino Unido, se dieron un último abrazo y la directora nos saco de la habitación, a medio camino está tuvo que dejarnos ya que la mandaron a hablar, todo iba de maravilla, hasta que una presencia desagradable apareció.

-Que conmovedor, la pequeña Jo por fin saldrá legalmente del colegio.-La odiaba, la odiaba, quería arrancarle el cuello, tirar de sus extensiones y exponer cuan falsa es.
-Mira Jo, el Grinch llego antes! Recuerda que a este le encanta joder la navidad.-esto último lo susurre lo bastante alto para que Melisa lo escuchase.
-¿Se te ah acabado la creatividad acaso? Antes eras mejor respecto a los insultos
-No eh perdido mi encanto Melisa, es solo que trato de ser lo menos dura contigo por dos razones.-levante el dedo indice.- Uno; es temporada de paz, amor, amistad y todas esas pendejadas comerciales.-Baje el indice para continuar con el dedo de en medio.-Dos; Trato de que tu coeficiente intelectual lo entienda, se que has sacado treinta en este, LO-LA-ME-NTO-MU-CHO.-Esto fue en una especie de zetacio y retrasado mental, seguido de sacar la lengua al estilo Cyrus.


Ella si fue sin decir más, se giro con brusquedad y yo libere una sonrisa de oreja a oreja, puede que sea la doble de Megan Fox, pero tiene el mismo coeficiente intelectual de las Kardashian. Jo y yo (juego de palabras) nos miramos con complicidad y sonreímos, la directora volvió, al igual que nuestra trayectoria hacia la libertad. Recuerdo que sentí una especie de liberación al momento que se abrieron las enormes puertas de Rushel High, una brisa, una caricia y luego vino el pinche frío y lo arruino todo. Me abrace y comencé a frotarme para entrar en calor, no lo conseguí, de todas formas las tres comenzamos a andar, me sentí terrible por la directora, usaba una falda hasta debajo de las rodillas, llevaba medias claro pero no la calentaban en lo absoluto. No podía ver por donde íbamos, me sorprendía a cada paso más de la directora; en falda y bien orientada aún con niebla, después de quince minutos pude ver la enorme reja al final del camino, estaba abierta y hacía un insoportable rechinido, al cruzarla reconocí a mi buen amigo Chaips.

-Las dejo a su cuidado señor Chaips, ya sabe a donde llevarlas, ahora solo firme este permiso.
-Si como no-y eso hizo.-Ahora que no nos encontramos en una situación incomoda señorita directora, le concedo el beneficio de salir de sus dudad, en efecto no estoy casado lo que significa que... estoy disponible.-No creía lo que acababa de suceder, Chaips movió de arriba a abajo sus gafas de sol (Es absurdo lo se) En manera de coqueteo.

La directora se hizo la indiferente, tomo el papel y así se fue sin decir nada más, subimos al auto, Chaips, lo veía un poco derrotado, pero seguía siendo el gordito optimista, le contamos como nos contentamos. 

Fue un viaje largo, la mayor parte del viaje dormimos, cuando abrimos los ojos, el auto estaba estacionado, me atreví a mirar por la ventana, Chaips hablaba con el portero del edificio, probablemente este era.

-Jo-le dí un empujonsito.-Jo-ella no despertaba.-¡Cara de cola despierta!-
-¡Equis es igual a dos punto veinticinco...!-gritó Jo.-¿Ya llegamos?-
-¿Que acaso te es imposible olvidarte de Rushel High? Y al parecer si Jo, hemos llegado.-Chaips había terminado de hablar con este, me pregunte como hacía para resistir el frío, Chaips comenzó a caminar en dirección al auto, pretendimos seguir dormidas.

-Despierten.-Dijo con brusquedad.-Hemos llegado.

Nos levantamos, mierda que frío hacía, prefería quedarme en el auto calientita, conté hasta tres y salí del auto, mire a mi alrededor, en efecto había anochecido. Mire el reloj del auto, 6:46 P.M.


Beautiful: Capítulo corto, lo se, es un pequeño adelanto de lo que serán las aventuras de Jo y Vanesa en Londres, Atlanta, ojala pudiese vivir todo lo que ellas, no conozco USA ni mucho menos Europa, más mi padre me habla mucho de Atlanta ya que el trabajo ahí durante un año, lo poco que se sobre Londres me lo ah contado mi prima, no dudo que sea tan maravilloso como ella afirma y ustedes ¿Han visitado alguno de estos lugares o alguno que nunca vayan a poder olvidar? Déjame tu comentario, este me inspira a escribir.






1 de diciembre de 2013

Another Platonic Love Story Capítulo 15: Ingrata


Silencio total, si... Nada, ella no dejaba que una palabra escapara de sus delgados labios y yo seguía esperando a que Dios me diese algo de que hablar, de arriba a abajo con ritmo siempre en las manos y cantaba en voz baja "Hurricane" de Bridgit Mendler, el sonido de las fibras contra la sucia pared de losa era agradable, no era de esos sonidos que después de un rato te fastidian y matarías por que parara. 


Chicas escúchenla vale la pena para las que no la han oído, es adictiva.

Las manos me dolían, llevaba haciendo esto por veinte minutos, quería tirar el peine de fibras con brusquedad al suelo, cantar a toda voz hasta que la garganta me sangre seguido de sacar el peor gallo del mundo desde mi interior y como dicen "Mandarlo todo a la mierda" Ojala tuviese el valor, pero este lo había perdido desde aquella noche donde junto con Jo rompimos las reglas y claro "Lo mandamos todo a la mierda" Me gire en dirección a donde Jo limpiaba, realizaba la misma acción que yo, libere a mi esclavo y ayudante de mi mano, este resonó gracias a su caída contra el suelo y entonces Dios se volvió a acordar de mi.

-Jo, no podemos estar enojadas por siempre-le dije con sinceridad y estoy segura que ella me escucho más prefirió ignorarme.-¿Enserio, usaras la ley del hielo? ¿Que edad tienes mentalmente Jo, doce?-Silencio solamente.-De acuerdo, sigue pretendiendo que no estoy aquí-¿Acaso dije pretender? Que carajos pasa conmigo- Has lo que quieras pero en el fondo, se que en el fondo, dentro de ese asiático y amarillo interior mueres por dejar tu orgullo a un lado y volver a tu vida de locuras conmigo de antes-Señale, ella si que era terca.

Hice una mueca y libere una trompetilla fofa, tome nuevamente el cepillo lo mire y con la mirada le pedí perdón por el golpe que le di al estrellarlo contra el suelo, ahora lo deje de una forma más humana en el suelo, me levante camine en dirección a Jo y acto seguido le susurre una disculpa al balde de agua con jabón que estaba a su izquierda, sin pensarlo dos veces a este le di una fuerte patada.


-¡WHAT THE FUCK IS WRONG WITH YOU!-se levanto y me empujo hacía atrás, what the fuck is wrong contigo Jo, ¿Desde cuando dices What the fuck?-
-Ya sabía que si podías hablar güey-en lugar de discutir pensaba más en tratar de hacerla reír-

Y así como empezamos terminamos, tomo el cepillo y volvió a limpiar.

-Jo, yo no soy de las que suelen rogarle a las personas, ni siquiera le eh rogado a mis padres-ella se giro y me miro con desdén- Bueno salvo las veces que quería que me comprasen algo de Jackson, era una niña.
-¡Eso fue hace cinco meses!-contesto.

-¡No me interrumpas que no ves que estoy inspirada!-le grite.-Bien, no suelo rogarle a CASI nadie, y si le rogué a mis padres por toda esa basura de Jackson es por que me importaba realmente tenerla... tu me importas mucho Jo-Silencio, una pausa dramática-Sin ti Jo aquí no soy nadie, no tengo una aspiración,una meta, además de ir al concierto mi otra meta era sacar a este colegio adelante, que hubiese libertad  y no estemos bajo el mando de la zorra de Melisa.-Nada-Realmente lamento lo que paso la otra noche Jo y mucho no era mi intención hacerte quedar mal con tus padres...
-¡Ya había quedado mal con mis padres mucho antes de la noche del concierto! ¿Que acaso no los viste Vanesa? ¡Me odian soy la decepción de la familia!-entonces, me di cuenta que Jo no estaba aquí por el hecho que sus padres tuviesen mucho trabajo, saben incluso cuando estos no tienen tiempo para convivir con sus hijos, diez años encerrada en este lugar era una exageración-Cuando era niña solía tener una nana, una niñera, su nombre era Zuo, ella era mi mejor amiga, antes de Rushel High jamás había asistido a una escuela, ella me educaba, me cuidaba, me arreglaba, era mi madre, era más madre que mi verdadera madre-se limpió las lagrimas con las mangas de su suéter- La adoraba sabes, un día mi papá tuvo una junta importante en su casa, ese día jamás me lo podre perdonar, Zuo me secaba, acababa de salir de bañar y yo estaba testaruda en que no quería asistir a la estúpida reunión, papá debía mostrar una familia ejemplar y por mi culpa no la mostró, actúe muy egoísta y caprichosa, yo solo pensaba en jugar... dibuje en los trabajos de papá ridículos dibujos, me trepe en el candelabro de la sala de estar, destruí el papel tapiz, al final la culpa se la echaron a Zuo, en Asia se usa mucho el honor, el honrar a tus padres y ancestros, ala mañana siguiente papá ni siquiera me dirigió la palabra, busque a Zoe para disculparme pero se fue esa misma noche, tome mis cosas, el primer avión a Londres y eme aquí, creí que si me portaba bien, si la directora veía que era una estudiante ejemplar, avisaría a mis padres, me perdonarían y todo volvería a la normalidad, y pudo haber sucedido de no ser por tu estúpido plan!-
-Jo, ¿por qué no me lo dijiste antes?-estaba impaKtada si con una enorme K.
-Jamás se lo dije a nadie y estábamos tan ocupadas pasándolo bien, planeando la mejor noche de nuestras vidas que por un momento olvide como debía portarme, que debía ser la niña bien.

Quise abrazarla, pero Jo se negó, hizo una mueca y volvió a limpiar.

-¿Que tengo que hacer para que me perdones Jo?
-Te eh perdonado desde hace mucho Vanesa-dijo ella, Dios, me va a dar, me va a dar.
-¡ENSERIO!-Ahora no resistí, corrí a abrazarla y le dí tantos besos en sus mejillas.-Gracias Jo, te amo, no puedo vivir sin ti.
-Déjate de lesbianadas-se limpió mi baba.-Por dios jamás creí que estuvieses tan desesperada por tenerme.
-Amor mío no me vuelvas a dejar-dije con voz gruesa, me puse un mechón de pelo en la comisura entre el labio y la nariz para aparentar un bigote, acto seguido nos abrazamos, el trapeador callo al suelo logrando que hiciera un ruido infernal, nos dimos una pausa por el susto y volvimos con las lesbianadas.

Beautiful: Chicas, larga ausencia y les juro que últimamente no me inspiro como antes, pero no se preocupen para navidad tendrán sus capítulos especiales, tres seguidos para que no se queden con las ganas ¡Chau bella´s!

25 de octubre de 2013

A mis fieles lectoras recomendación: Bajo la misma estrella


Si estás leyendo esto primero que nada quiero darte las gracias por tomar de tu valiosa vida un momento para acabar con la duda de que es este escrito, así que gracias: Gracias a mis lectoras, las fantasmas, las que se toman un rato para escribir que les parece mi novela... GRACIAS, hace un par de días hablaba con Candy por Facebook quien se sentía terrible por algo personal y le recomendé que escribiera sobre eso, así es como nació su más reciente escrito del que me siento muy orgullosa y me di cuenta que haberla invitado a mi blog fue la mejor decisión que pude haber tomado, jamás me di cuenta de cuan talentosa escritora tenía en mi blog, Candy muchas gracias.

Ahora siguiendo ¿A que se debe este escrito? A muchas cosas, como que decidí no cerrar el blog ya que lo tenía planeado tan pronto acabara mi novela "Another Platonic Love Story" De la que me siento muy orgullosa, la leo y re leo y no deja de fascinarme e impresionarme y más pensar que yo invente esto y que de alguna manera puse el cabello rosa de moda, últimamente lo eh visto más en Internet, cuando se me ocurrió la idea no había muchas imágenes de chicas con el cabello teñido de rosa y podrá ser una locura pero algo me dice que yo fui quien empezó la tendencia.

Este blog significa tanto para mi que me di cuenta que debo ponerle más de mi ¿Como? Quiero abrir una nueva sección en mi espacio virtual. Hace un tiempo que empecé a publicar en la parte de la derecha "El libro de la semana" Que no voy a mentirles la mayoría de estás recomendaciones las tomaba de Wambie (Mi página favorita y por donde saben de la existencia de este blog) Y esto a pesar de ser cuestión de cambiar la foto y copiar una sinopsis me era muy fastidioso pero de no ser por este jamás me habría topado con lo que eh nombrado "El mejor libro que eh leído en mi corta vida" Gracias Wambie. No se si les toco fue en Abril lo tengo presente cuando tome la decisión de colgar este libro en mi blog, este lo eh leído ya con está cuatro veces y de no ser por que se lo preste a mi amiga y no me lo regreso hasta casi cinco meses después lo habría re leído más ¿De que libro hablo?: Bajo la misma estrella.


 Este librito azul me ah traído miles de experiencias, frases y lo que menciona USA Today es verdad "Una novela imposible de olvidar" Se lo eh recomendado a todas mis amigas, familiares y conocidos, incluso a Candy que muero por que entienda mi amor hacia John Green, me trae tantas emociones, me hace reír que es lo más importante para mi ya que el genero "Comedia" Es mi favorito y saben soy una persona muy pelada o bien sucia en ciertos aspectos, "Es un triunfo" Señalo BookList, si no lo han leído denle la oportunidad como escritora, lectora, blogger, amante de la comedia y tragedia se los recomiendo completamente, ahora que lo tengo nuevamente en mis manos veo cuan valioso este es para mi: Como mi blog, mis amigos, familiares y la música a ese nivel llego a amar está obra literaria.
                                                            

Y en lo personal me deprime mucho que vayan a hacer una película ya que como es popular la frase "La película no se compara al libro" Y quizás llegue a ser buena pero nunca se comparara a este, saben no es tanto que hagan la película si no que yo quiero ser Cineasta de grande y una de mis aspiraciones era hacerla yo misma, bueno sueño destruido, dijo Lucy Hale.

¿Por que estoy escribiendo de este libro en especifico? ¿Por que no escribo sobre una experiencia personal o otro capítulo de mi novela? Por que realmente quería compartirles esto que significa mucho para mi, a ustedes a quienes no conozco pero son mucho en lo personal y aprecio realmente cada palabra que escriben incluso cada comentario negativo o recalcando que tuve faltas de ortografía pero incluso esos son mucho por que esto significa que se tomaron un minuto de su tiempo para corregirme y así ser una mejor escritora, esto que acaban de leer lo llamo "Recomendaciones" Una nueva sección de mi blog que tratare de poner todo de mí, esta no serán solo libros si no películas, canciones, autores, fotos, páginas Etc.. 

Muchas gracias por leerme y aun que no lo creas y pueda que no sepa tu nombre o como luces te aprecio más de lo que crees.

Atte: Beautifull

22 de octubre de 2013

Another Platonic Love Story: Capítulo 14- Pelea de cómida



Todas las miradas se posaron en mi ¿Y como no hacerlo? Mi aspecto era terrible, no dormía bien, tenía gripe lo que significa mocos chorreando de mi nariz (Ugh) Mi único abrigo o protección contra el frío era la patética bufanda y un sombrero gris de lana que me había regalado la directora cuando le pedí que pusiera en mi habitación un calentador, las chicas tal cual el primer día me miraban de arriba abajo. 


Con la chorla del desayuno en mano caminaba lenta eh insegura, temblaba y mis calcetines no calentaban para nada mis pies, afuera nevaba y todas se sentían tan afortunadas al verme, eso lograba que estás se dejasen de quejar de el hecho que su abrigo fuese de la temporada pasada, hablaban de mi entre susurros, lo sabía, camine y llegue hasta la mesa del fondo, libere mi charola y coloque mi frío trasero en la helada silla con sabe cuantos años de antigüedad, cerré los ojos con brusquedad, mis ojos se dilataron en cuestión de medio segundo y la mucosa de mi nariz salio en dirección a mi desayuno, acto seguido todo el comedor hizo una mueca y pronuncio su asco con un sonoro “Huh” pero Melisa reía desde la otra esquina y Jo fue la única que no mostró señales de aborrezco, me limpie con la servilleta, seque mis ojos con está misma ya que no tenía otra donde limpiarme, me levante, salí corriendo y llorando de aquella escena, no suelo ser de las que huyen pero no podía más esto definitivamente es lo más cercano al infierno. Corrí, corrí sin rumbo, sin dirección, la primera puerta que encontré la abrí con un golpe, era la biblioteca, me fui a un rincón y me puse a llorar, Karla la bibliotecaria se acerco a mi y me entrego un pañuelo en mano y en la otra llevaba una caja.



-Tranquila-susurro a mi oído, me abrazo con fuerzas y acaricio mi cabello desteñido y maltratado, retiro mi gorra y acaricio mi cuero cabelludo.-Todo va estar bien.

-Mientes-dije entre zorollos-Soy una mierda sabes, jamás debí golpear a Jo en la calle, jamás debí enamorarme de Jackson, jamás debí escapar del colegio, no debí teñir mi cabello de rosa, no debí tatuarme… Si no lo hubiera hecho, seguiría con mi vida perfecta en Atlanta con Scarlet y nada de esto hubiera sucedido-llore.

-Nena, si no te hubieses teñido el cabello y tatuado jamás te hubieran enviado aquí, si no te hubieses enamorado de Jason…-

-¡Jackson!-interrumpí

-¡Jackson! Lo siento, Jo nunca habría conocido Londres o salido del colegio o tomar alcohol, o vivir la experiencia más loca de su vida, si nunca hubieses entrado aquí todo seguiría igual y Jo estaría sola, triste… sin ti-Eran buenas sus justificaciones, pero no me convencían, seguía sintiéndome terrible conmigo misma.

-Era cuestión de tiempo para que hiciera una amiga sabes…-conteste.

-¿De que hablas?-se mostró confundida la bibliotecaria, era morena, alta, llevaba gafas y era guapa pero su ropa no le hacía justicia a su cuerpo.

-Jo tiene una nueva compañera de cuarto con la que se lleva genial, yo estoy sola en cada clase ¡Sabes lo horrible que es cuando los profesores piden trabajos en equipos y yo me quedo sola! Es humillante-Grité, “shh”, dijo ella.

-Todo va a mejorar, solo dale tiempo y mejorara.



Después de aquella inesperada charla me dio un atracón de hambre, a pesar de que la primera clase ya había empezado, decidí romper las reglas e ir al comedor por algo de desayunar, si me expulsaban o no me daba lo mismo, llegue a la mesa de bufete y comencé a devorarme las sobras, me llevaba estás directo a la boca, sin tenedor y cuchillo, tome un vaso mas o menos limpio y me serví leche en el, derepente escuche pasos en la enorme habitación, no me atreví a mirar quien era, preferí seguir devorando lo que quedaba en la mesa, está persona aun no identificada corrió a las puertas de la cocina, puse mis ojos en dirección a está y me di cuenta que se trataba de una estudiante, me limpie los restos de comida en mi boca con las mangas de mi suéter escolar y corrí a averiguar de quien se trataba y que hacia aquí, estaba nerviosa en cuanto empuje las puertas de la cocina tuve un mal presentimiento, no pude ver a nadie, así que seguí explorando la cocina “Un territorio desconocido”   


Me gire a la derecha y una chica se estaba metiendo a la boca toda la comida que encontraba en el refrigerador, no había nadie en está habitación, supongo que no era la primera vez que lo hace era delgada, muy delgada y llevaba el pelo liso, no le veía la cara, fui valiente y me acerque poco a poco, mi corazón comenzó a latir rápido, temía que girase su cabeza ciento ochenta grados y fuese la niña del exorcista, puse mi mano sobre su hombro y está al igual que el tétrico personaje se giro con rapidez y me impresiono… Era Jo.



-¿Jo que haces aquí?-Ella se levanto, se retiro el relleno cremoso de las oreo de la boca y barbilla pero no contesto, seguía masticando-¿No deberías estar en clase?

-¿Y eso a ti te importa acaso?-dijo en un tono agresivo, esa no era la Jo que conocía- De todas formas ya me iba-dijo y salió disparada en dirección a la puerta.

-¡Espera!-tire de su hombro y ella se giro con brusquedad, sus ojos mostraban una ira que jamás vi en alguien.

-¡Déjame en paz Vanesa!-retiro mi brazo de su hombro.

-No, no te dejare ¿Qué haces aquí? Y… ¿Por qué estás asaltando el refrigerador?-señale este aparato de cocina.

-No es de tu incumbencia-se quejo ella- ¡Tu que haces aquí para empezar!-

-No se si te diste cuenta pero llene de mocos mi desayuno, no eh almorzado nada, eh contestado a tu pregunta, ahora tu-reclame, ella se quedo callada por unos breves instantes, camino en dirección al fregadero, tomo un plato sucio y lo aventó hacia mi, logre esquivarlo pero estaba atónita por lo que acaba de suceder.-¡QUE MIERDA FUE ESO!-Tomo la pequeña manguera de el lavabo, tiro del gatillo y me mojo automáticamente, tan pronto como me distraje ella salió huyendo de ahí pero no contaba en que resbalaría por el agua que había derramado en contra mía.

-Mierda-escuche que susurro ella, no me iba a quedar ahí mojada y moqueando sin hacer nada, camine hacia ella le extendí mi mano, la miro confundida pero no contaba en que yo soy alguien profesional respecto a las venganzas, al levantarla tiraria nuevamente de ella hacia el suelo.



-No soy tan estúpida Jo-conteste, ella me dedico una mirada rencorosa, se levanto tomo otro plato del fregadero y lo aventó directo a mi, está vez los hot- cakes fueron a estrellar contra mi uniforme, yo tome con destreza la manguera y la ataque, fue una guerra en la cocina, olvidamos todo lo que sucedía fuera de está, nos arrojábamos todo lo que estaba en nuestro paso, ella lo encontraba como una forma de desquitarse y yo divertido, por más que trataba no paraba de reír y esto confundía a Jo y la hacia reír. Ella me insultaba y yo le lanzaba cumplidos y agradecimientos por lo dicho previamente a su ataque físico y verbal, esta era una experiencia que no cambiaria por nada, todo iba genial hasta que las grandes puertas se abrieron de par en par, era le directora y no se veía nada feliz.



-¡Que está pasando aquí!-grito, no contaba en que segundos antes de su entrada había arrojado a Jo una enorme tarta que seguro sería el postre de está tarde, la directora estaba repleta de crema de coco.- ¡A mi oficina
ahora!-



Jo me miro con ira, la misma mirada que me lanzo cuando entre a la cocina, tiro los trapos sucios que tenía planeado lanzarme y fue tras la directora, sacudí mis manos e hice lo mismo. Ya en su despacho, está se mostró seria, firme, pero no decepcionada.



-Ahora quiero que me contesten ¿Qué hacían en la cocina en horario de clases?-puso la mirada en Jo-Jo tu no eres de las que se escapan, ¿Qué hacías en la cocina?-Jo estaba muda, no sabía que contestarle.

-Señorita directora, yo puedo explicarle, verá…-iba a continuar cuando ella se levanto de su silla y me interrumpió-

-¡Deja que hable Vanesa! Le pregunte a Jo no a ti-

-Yo, es que… estaba, no desayune bien sabe, me dio una hambre insoportable y tenía que comer algo, cuando entre al comedor vi que había alguien en el bufete, no sabía que era Vanesa así que no quise interrumpir, camine a la cocina, abrí el refrigerador y tome todo lo que tuve a mi alcance, lo lamento mucho señorita directora-Dijo en su defensa Jo, agacho la cabeza, sabía que mentía.

-¿Y tú Vanesa?-se inclino hacia mi-¿Cuál es tu historia?

-Es muy similar, sabe estoy enferma, mis cobijas no cubren mucho y no tengo ni un maldito abrigo salvo este gorro, la bufanda y el suéter del colegio, lo que provoco que me enfermara de gripe, mientras desayunaba estornude en mi desayuno lo que hizo de este incomible, lo hice a un lado salí de el comedor por una emergencia y cuando termine con esto ya había timbrado, me importo un comino, fui directo a la mesa de comida, me atraque, escuche que alguien entraba, fui a averiguar quien era y encontré a Jo asaltando el refrigerador tal cual bulímica americana-Jo se trago su risa, tras como lo narre hasta la directora se estaba riendo, pero fue firme-

-¿Y la pelea?-cuestiono ¿Y ahora?

-Yo provoque a Jo, la hice enojar nuevamente, ella se defendió y le seguí el juego-

-Bueno, a pesar que su historia es razonable deberé castigarlas…

-¡Que!-grito Jo.

-Como los viejos tiempos-susurre yo-



Jo salió de la oficina dejándome a mi y a la directora a solas.



-¿Y tu vas a quedarte ahí sentada todo el día? ¿Qué no tienes clases? ¡Acelera el paso-señalo la directora la puerta con un bolígrafo fino sin mirarme a los ojos, estos estaban “concentrados” en un papel.-

-Gracias-dije-

-De nada-murmuro ella y volvió a señalar la puerta, antes que pudiera salir de la habitación está volvió a hablar- ¿Cuándo te apetece el castigo?-

-El viernes después de clases-conteste.

-Así será ¡Ahora muévete y no corras por el pasillo o tendré que ponerles el castigo separadas!



Y así salí con una enorme sonrisa de oreja a oreja de la oficina de la directora, un castigo nunca a sido una buena noticia para mi o para nadie, hasta ahora.