8 de septiembre de 2013

El fin del amor.


Hace muchos años cuenta una historia que el ser humano se había vuelto algo horrible y lleno de odio, no existía más que rencor, siendo personas que se dañaban así mismos, mataban a los suyos no por sobrevivir, si no por placer, torturaban, destruían y estaban llenos de cosas malas. Era tan horrible todo aquello que el mismo mundo se quiso alejar de ellos todos los seres vivos temían ser destruidos por aquella cosa tan horrible llamada humanidad. Entonces después de que fueron despojados de todo, después de que casi se destruyen a si mismos y reino solo lo malo y horrible en ellos, pudieron llegar a una paz, todo volvió a ser armonía pero solo hubo un detalle en aquello. Los humanos por castigo de haber hecho tanto daño perdieron la capacidad de poder amar…
Y así fue como la humanidad perdió lo único hermoso que tenían, lo única razón de vida.


 Soy una persona horrible, ruin y despiadada, odio a todos los que me rodean, vivo sola, como todos lo hacen, nadie se mira y nadie para un segundo a hablar con nadie más. Todos alrededor son igual que yo, somos personas egoístas solo pensamos en nosotros mismos, nadie tiene nombre, nadie es diferente, no se necesita conocer a nadie, ya que todos somos sumamente iguales o eso creo ya que nunca en mi vida he hablado con nadie para plantear aquello. Si abro mis labios para pronunciar una palabra a cualquier ser humano es por necesidad no por otra cosa.
En este mundo no se conocen sentimientos que no sean tristes, horribles y despiadados. Así crecen los niños aprendiendo eso, después son echados a la calle para que vivan como puedan, pocos logran llegar al éxito y muchos mueren pero a nadie le importa eso. La reproducción es solo una forma de sobrevivir no significa nada más.
A veces cuando me quedo despierta me pongo pensar que debería de existir alguna cosa más que esto. Y luego me retracto de lo mismo ya que este sentimiento de querer saber más está prohibido.
Sigo caminando por la calle normal, como siempre, chocando con las personas sin disculparme, siento pisoteada igual que yo pisoteo a los otros. Veo a gente siendo asaltada y muriendo por todos lados. Niños con hambre llorando y otros mismos intentando matarse antes de que algo peor lo haga. Es un día más que habitual para mí.
Yo trabajo en una gran empresa, archivando papeles y más papeles, cualquier cosa en la que pueda ganar dinero es suficiente. No hay otra razón para existir que el sobrevivir, eso lo saben todos desde que nacen.
-¡Hey tú!- Dice un señor extraño que nunca había visto, aunque realmente para mi todo ser humano es nuevo ante mis ojos. Es gente que día a día va cambiando y no deseo recordar la cara de nadie.
-¿Qué quieres?- Pregunto yo a la defensiva.
-¡Ve al sótano y trae unos papeles importantes, el jefe te ha mandado!- Es todo lo que dice y yo simplemente me levanto y voy directo al sótano.
No necesito saber nada mas, no sé ni siquiera que papeles buscar pero hablar con esa persona simplemente me harta.
Al bajar las escaleras entro en un pasillo que luce viejo, hay demasiadas puertas, el lugar es oscuro pero por suerte llevo una lámpara, ninguna puerta abre así que sigo caminando, aquel pasillo parece infinito, tal vez nunca acabe, tal vez me pierda aquí y muera. Sería una muerte estúpida pero si así debe de ser no importa.
Cada puerta sigue cerrada. ¡Maldita sea! Pienso, pero después de caminar tanto veo una puerta diferente, una puerta echa de madera y con una perilla extraña. Esta perilla no necesita una tarjeta para abrirse tiene una cosa extraña en forma de circulo. La toco lentamente, con miedo de que sea algo malo pero no pasa nada aunque esta algo fría, puedo notar que se gira a la derecha y a la izquierda, sigo haciéndolo por un rato maravillada por aquella cosa tan rara. Doy un pequeño empujón y abre.
Este lugar está oscuro, más que el pasillo. Me recargo en la pared y siento que toco algo que suena como un clic y las luces del lugar prenden. Mis ojos ven todo alrededor, está sucio y lleno de polvo parece llevar años y años ahí. Hay muchas, muchas estanterías llenas de libros. Voy recorriendo el lugar, nada es nuevo y parece llevar demasiado tiempo cerrado. Miro la pasta de los libros las cuales tiene nombres extraños que nunca en mi vida había leído.
Noto que muchos títulos tienen una palabra demasiado extraña, una palabra que se llamada AMOR, AMAR, AMARÉ, no tengo idea que sea eso, tal vez es un lenguaje pasado pero no me tiene tan seguro porque tiene palabras de el idioma actual y eso.
Abro un libro de los que tienen la palabra extraña y busco si dice el significado, pero me quedo perdida, aquellos libros cuentan cosas extrañas, la gente se llama por nombre, la gente se mira entre sí, se tocan, interactúan y sigue aquella palabra, se aman…
Me quedo una hora, dos, tal vez tres leyendo un libro el cual termino, todo lo que leí me confundió, porque hablaba de gente que ríe, que se abraza, que se besa y pero aquella palabra sigue, y mi duda crece más y más ¿Qué es aquello a lo que se refiere? ¿Qué es aquello que dice que significa amar?
Sigo leyendo y me doy cuenta que tengo hambre y sed, tal vez lleve demasiado tiempo ahí y decido tomar los libros que quepan en mis brazos y llevarlos a mi casa conmigo. Ya es de noche y es aun más peligroso ir y sería sospechoso llevar tantos libros así que los meto en una mochila y sigo caminando, directo a mi casa. Nada me pasa por suerte.
En mi casa leo más y más, mientras como, mientras tomo agua, no me duermo leyendo aquello, me envuelvo en las palabras que dicen esos libros. Entonces me quedo dormida.

En mi sueño estoy sentada en un pequeño bosque, alrededor de arboles y el pasto lleno de flores, nunca había apreciado algo tan hermoso. Entonces lo miro a él, aquella persona. Es la primera vez en mi vida que veo a los ojos a un ser humano, sus ojos eran marrones y su cabello negro. Tenía una gran sonrisa en sus labios. Los cuales se movían pronunciando algo mas yo no alcanzaba a escuchar. Me quería acercarme pero él se iba alejando y se fue corriendo yo lo seguí pero desapareció y de mi sueño desperté yo.
Era de día y no podía dejar de pensar en aquello, aquel hombre, fui al trabajo pero seguía en mi mente, pasaron días y el permanecía ahí en cada pensamiento.
Ahora cuando tomaba un libro era extraño porque cada vez que leía la palabra amor mi corazón se sobresaltaba y el recuerdo de mi sueño venía como relámpago. Ya no podía dormir sin que él saliera en mis sueños escapando de mí.
Cada día el sentimiento que se iba formando era más raro, lloraba por no poder tener a esa persona a mi lado, me sentía sola por primera vez en mi vida, pero no se porque si nunca tuve a nadie.
Los libros cobraban sentido poco a poco, yo imaginándome a él haciendo lo mismo que leía, bailando una canción mientras que mi cabeza estaba recargada en sus hombros y el tomaba mis caderas. Él estrechándome entre sus brazos y sintiéndome segura. Sus labios y los míos juntos casi como si fuéramos uno mismo.
Empecé a ver a la gente que estaba a mi alrededor, algunos eran altos, otros pequeños, unos de cabello café, negro, pelirrojo y rubio. Ojos de diferentes tamaños igual que sus labios.
Me empezó a doler ver tanto sufrimiento, lloraba cada vez que veía aquella gente morir a mí alrededor pero nadie más lo notaba porque nadie más me miraba como yo los miraba a ellos.
Este sentimiento era horrible, me hacía sufrir y no podía dejar de llorar pensando en aquel hombre, aquel hombre que seguía visitándome en mis sueños. En cada uno de mis sueños podía acercarme más a él mas nunca pude llegar a tocarlo ya que siempre se desvanecía entre mis dedos.
A veces sonreía al pensar que tal vez lo podría ver, que existiría y él podría explicarme todo esto, pero no…
Pasaron días, semanas y meses. Ya había pasado un año desde todo aquello. Empecé a ver lo hermoso que era mí alrededor, empecé a ser buena con la gente, todos lo notaban pero seguían igual. Me decidí a hablar con alguien un día y esa persona se sorprendió tanto que me dijo loca y se fue corriendo.
Yo solo quería saber que estaba pasando, quería saber porque todo era tan extraño, porque ese hombre seguía huyendo de mis sueños y porque cambie por él si ni siquiera existe.
Entonces un día decidí hacer lo impensable, ayudar a alguien en la calle dándole algo de comer. Aquel chico simplemente arrebato el pan de mis manos y lo comió demasiado rápido, yo lo seguí mirando comer, no quería irme sin mínimo poder ver aquel chico a los ojos pero él no decidió ni verme. Lo que si fue extraño es que llame la atención de la gente, la cual paro de caminar, fijo su mirada en mí y todos se acercaron lentamente. Nadie hablaba, nadie hacía nada, solo se escuchaban los latidos de todos. Yo me pare firmemente y los mire a todos, fue cuando empezaron a susurrar y después siguió lo peor que fue empezar a gritar. Decían que yo era algo extraño, me apuntaron con sus dedos y me tacharon de diferente. Yo no dije nada y quise correr, mi mochila donde estaban mis libros fue arrebatada de mí pero no le hice caso y seguí corriendo hasta mi casa. Nadie me siguió, tal vez todo fue una estúpida alucinación, tal vez me estaba volviendo loca.
Pasaron unos días y yo no quería salir tenía miedo de ser reconocida, pero tenía hambre y no había más comida en mi casa así que fue mi única opción y fue cuando note que la gente seguía igual, todo era normal. Fui y conseguí algo de comer en el mercado con el poco dinero que me quedaba ya que había dejado de ir a trabajar.
Seguí así teniendo este sentimiento que me quemaba, me ponía nerviosa cada vez que pensaba en aquel hombre, me sentía feliz, me sentía triste pero nada llegaba a una conclusión y quería expresar lo que sentía así que empecé a escribir un pequeño diario. Escribí lo sucedido y lo que pensaba, mas aquello seguía sin calmarme.

De igual forma conseguí otro trabajo, tenía hambre y no había otro motivo para el cual seguir esforzándome que poder encontrarme con aquel hombre.
Pasó otro año más e intenté volver a hacer lo mismo, pero ahora en un lugar más oscuro y con menos gente donde nadie viera que yo tenía ese sentimiento, llamado bondad.
Me acerque lentamente a un hombre sucio, con un libro en la mano, al darme cuenta era uno de los libros que tenía en aquella mochila.
 Me sentía estúpida intentando ayudar a la gente, siendo toda así. Me arrepentí de todo, pero no iba a irme sin antes decirle a ese hombre lo estúpido y sucio que era.
-¡Tú me robaste mis libros!- Grite yo.- ¡Maldito ladrón!
Él volteo a verme y yo me quede petrificada, su cabello negro y esos ojos castaños. Era el hombre de aquellos sueños.
-¿Los libros son tuyos?- Me dijo acercándose a mí con el libro en mano, note que la mochila estaba alado de él.
-SSi-i-i…- Tartamudeé.
-Son hermosos.- Respondió.- ¿De dónde los sacaste? ¿Dónde sacaste algo con lo cual me pude identificar?
-Me los encontré.- Dije aun nerviosa.
-Todo este tiempo pensé que yo era extraño y diferente pero después de leer esto me he dado cuenta que todo tiene un simple significado.
-¿De qué hablas?- Dije.
-¿Qué no te has dado cuenta?- Respondió.
Yo negué con la cabeza y él se acerco un poco más.
-Alguna vez existió un sentimiento llamado amor, algo que ya  no existe algo que creo solo poder sentir yo. Es el sentimiento más hermoso y peligroso que haya existido, pero ya fue olvidado.
Lo mire directamente a los ojos, entonces él entendió todo, él ya conocía el amor, eso que me atormentaba y me alegraba, el amor… Ahora aquella palabra tenía un hermoso significado.
-Pero creo que nadie más entenderá esto, siento quitarte tu tiempo y quédate con los libros. – Dijo él.
Lo vi alejarse y mis ojos empezaron a llorar entonces mi pies se movieron y corrieron hacía él. Tenía que alcanzarlo no lo dejaría escapar no esta vez. Cuando pude por fin le tome la mano y el volteo a mirarme.
-Yo entiendo.- Dije.- Porque yo te amo…
Él me miro fijamente a los ojos y su sonrisa fue la cosa más hermoso que nunca había visto, podía morir en aquel momento y moriría feliz, podía haber perdido todo y sufrir las cosas más horribles del mundo solo por volverlo a ver sonreír ahí.
-¿Soñaste conmigo igual que yo contigo?- Dijo él.
-¿Cómo lo sabes?- Respondí.
-Simple intuición.- Me dijo mientras hizo lo que desee desde hace dos años, estar entre sus brazos después tomo mi cara entre sus manos calidad y sus labios y los míos se tocaron.
-Te amo.- Susurro.
-No sabes cuánto he esperado a escuchar esas palabras de tus labios.- Le dije.
-Lo sé.- Respondió.



Aquel día el castigo de la humanidad fue desecho, los humanos por fin pagaron su condena y pudieron volver amar. Toda la gente ese día se miro por primera vez a la cara, toda la gente sintió aquello. Hubo llantos, abrazos, besos, hubo de todo aquel día. Ese día los seres humanos volvieron a tener esperanza y volvieron a creer en algo que los podría mantener con vida. 

Candy:
Hola, lectores del blog, hace tanto que no escribo que el simple hecho de hacerlo me hace sentir liberada y feliz. Espero que les guste la pequeña historio enserio dejen comentarios, apenas vi que Beautiful quiere cerrar el blog, bueno en parte es cierto ya nadie comenta, eso significa que nadie lee y pues bueno no se siente mal, yo hace mucho que no publico ya que la escuela me mata, enserio me enfermo todos los sabados por el cansancio acumulado, apenas hoy pude escribir por que hice mi tarea temprano y me llego al e inspiración. No se si esta bien cerrar el blog, ya que bueno nos ha costado mucho llegar hasta donde estamos pero también es triste dejarlo así, abandonado.



3 de septiembre de 2013

Another Platonic Love Story Capítulo 13: Caleidoscopios



-¡Por que lo haz hecho!-Grito Jo en plena calle haciendo un río de lágrimas.

-¡No iba a permitir que te hablara de esa manera!-conteste, la señale con el dedo índice y le di unos golpecitos en el pecho.

-¡Era la oportunidad de tu vida! ¿Viste cuan mozo era? ¡Yo puedo defenderme sola!-lloriqueo, la gente comenzaba a observarnos y se ponía incomoda la situación.

-¿Defenderte? ¿Tu? Jo no me hagas reír, -dije con sarcasmo- Has pasado más de diez putos años siendo la víctima favorita de Melisa ¡Deberías darme las gracias de que rechace al chico de mis sueños por defenderte! ¡Hice un sacrificio que ni por mis padres haría! ¿Sabes cuan cabrona has sido al no darme ni un pinche gracias?-ahora si toda la plaza sabía que estábamos ahí.



Jo se quedo callada, pero no por mucho, acto seguido de derramar unas cuantas gotas saladas me dio el golpe más fuerte y doloroso que jamás pude recibir, contraataque, se convirtió en una guerra.
Nos jalonábamos el cabello sin piedad, nos dimos unos buenos rasguños, ahí alguien me tiro por detrás mientras daba muchos silbatazos, se trataba de un policía ¡MIERDA! ¿Y ahora que? Nos separaron y nos llevaron a la fuerza en dirección a distintas patrullas, ¿Nos estaban apartando? ¿Cada quien a otra estación? ¡SHIT si Jo dice que escapamos del colegio me irá como en feria, me expulsaran mis padres me desheredaran, los padres de Jo la harán pedazos y volviendo a mi, me enviaran a una correccional.



Entre a mi triste cuarto gris, un cuarto sin ventana, un armario no muy grande y ni siquiera había un escritorio, era una simple mesita de madera más una silla igual de vieja que el internado, tire mi mochila, me deshice la coleta, me dolían a más no poder los hombros, al igual que mi mochila, me tire sobre la cama, ya que ahora odiaba a Jackson mi cuarto era nuevamente, aburrido, incoloro y… solitario, tocaron a la puerta, di un brinco desesperado con la ilusión que fuese alguien que se atreviera a corromper el silencio y hacer la diferencia, alguna amiga, pero entonces recordé que ya no tenía, en mis noches de soledad solo me acompañaba un reproductor MP3 verde manzana de la misma marca de esa misma fruta, lo malo de este es que tenía treinta y seis canciones de Jackson así que cada que lo reproducía al azar era un infierno, abrí la puerta con entusiasmo y una sonrisa, esta se desvaneció en un instante, era Celia la chica que viene a inspeccionar las maletas y el armario que no haya droga ni nada de eso, Celia era la única que venía visitarme, a veces la obligaba a quedarse y platicar conmigo, pero era realmente aburrida.



-Hable con Jo como me lo pediste-mis ojos se hicieron platos.

-¡Enserio! ¿Cómo está? ¡Que te dijo!-me levante y me puse a brincar frente a ella, no parare hasta conseguir una respuesta.

-¡Tranquila! Está bien, es muy feliz con su nueva compañera, es una niña de sexto grado-me alegraba que estuviese feliz pero sentía una profunda tristeza de tan solo pensar que Jo era feliz sin mi a su lado.

-Genial, bien por ella-dije con voz cortante.

-Bueno nena me tengo que ir, te veo mañana y ya no hagas diabluras por el amor de Dios, por cierto ¿Ya le comentaste a la directora sobre el calentador? Este cuarto es muy frío.

-Lo se y si le eh dicho pero dice que llegara en un mes y el frío viene incluido en mi castigo-conteste, triste pero firme.

-¡Todavía no puedo creer que hayas hecho semejante locura!-libere una sonrisa-¡Nadie a logrado escapar de aquí nunca!



Fueron como pequeños caleidoscopio que llegaron en flashes a mi memoria, luego de que la policía nos separo llegue a una estación desconocida, ya que la ley lo ordena dije la verdad y solo más que la verdad, fue incomodo para mi y algunos, incluso estoy segura que la oficial que me entrevisto no me creyó ni una palabra, de no ser por que Jo dijo lo mismo me enviarían a un manicomio o bien me pondrían una maquina detecta mentiras, luego de eso me llevaron a la escuela, la directora estaba tan abrumada y cansada que no quiso ni voltear a verme, estaba segura que no era solo el cansancio si no la decepción que percibí en sus ojos al verme, fue tan triste realmente creía en mi, la mañana siguiente mis padres estaban en la oficina, fue tan extraño que no me atacasen diciendo lo irresponsable que fui, solo fue un ¿Qué vamos a hacer contigo? Mi mamá… nunca la había visto así, de esa manera tan… triste, en cuanto acabo el regaño que termino en la separación absoluta mía y Jo, tanto clases como obviamente el dormitorio, juntas temían que quemásemos la escuela, mi papá se levanto de su silla, pidió a la directora que lo llevara hasta mi habitación, cuando entre y me atreví a mirarme al espejo, fue una imagen perturbadora.
Rimel corrido, rasguños en mis brazos mi cabello completamente despeinado además de despintado, una cicatriz debajo de mi ojo derecho, mis labios partidos y resecos, ojeras… eran tan notorias, mis shorts favoritos completamente destruidos, la noche más importante de mi vida y termino peor que una borrachera en las vegas, cuando me di cuenta papá arrancaba sin piedad mis pósters de las paredes, los rompía y su expresión, su mirada al hacerlo…  se sorprendió al ver que no hacia nada para evitarlo, ni siquiera pareciera que me molestase, ya no sentía más que rencor hacia Jackson ¿Cómo pudo un chico terminar con una amistad tan fuerte? Corrí a la oficina de la directora para ver que había sucedido con Jo, increíble sus padres ¡Estaban ahí! Igual o más decepcionados que los míos, ella llevaba bien abajo la cabeza y lucía peor que yo, como si hubiese peleado contra toda una pandilla, giro la cabeza y sus ojos se encontraron con los míos, no dijo ni hizo nada solo se giro nuevamente pero siempre con la cabeza hacia abajo.

Beautifull: se que es corto pero hoy me han apurado mucho, eh vuelto al cole y no cerrare el blog sin antes terminar la novela, chicas les agradezco su paciencia pero me choca que nadie comente no publico hasta no ver un solo comentario, hoy estaba muy inspirada pero... me tienen a riendas, hasta la proxxxxxxxxx